31/03/09. Fallecimiento del ex-presidente de la República Argentina
el Dr. Raúl Ricardo Alfonsín.
Parece ser una constante:
Después que pasan... se considera y se honra a los HOMBRES.
¡Ni que se pretendiera resucitarlo ahora!
Hace mucho tiempo, durante su contundente (de una o de otra manera) intervención en el poder político, me había inspirado el deseo de escribirle una carta abierta (alguna queja, quizás, espoleado básicamente, por las necesidades económicas)... No lo concreté.
También he tenido que correr, como muchos, tratando de ganarle a la carrera de la inflación; y además, pensar y repensar otras cosas discutibles, pero... ¿se podría haberlo hecho de otro modo? ¿A qué costo?
...Y alguna costumbre (¿política?) detestable por ahí: cuando se debería haber puesto el hombro para ayudar al carro de la historia, muchos pusieron palos en la rueda, piedras en el camino.
Algunos asuntos durante su gobierno:
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1114523&high=hitos%20gobierno%20alfonsinista.
-Conadep. Juício a la Juntas y carapintadas. Leyes de Punto Final y Obediencia Debida.
-Acercamiento a Chile y unión con Brasil. Congreso Pedagógico.
-Ley de Divorcio.
-Los 13 paros de la CGT.
-Traspaso democrático anticipado. Desde su renuncia condujo a su partido para los acuerdos básicos y que consideró constructivos para la nación.
Fué un hombre firme, pero dispuesto al diálogo.
Aún después de dejar anticipadamnente su gobierno, siguió trabajando por los ideales de un país integrado, armónoco y en equidad, al márgen de las diferencias de ejecución.
Se suele escuchar en estos días cercanos a su desaparición física, un lugar común: "Fué un hombre de fuertes convicciones"... Me pregunto: ¿Es eso en sí mismo una buena cualidad? ¿No son acaso los ideales que acompañan a esas fuertes convicciones, lo que habrá de considerarse?...
Alfonsín, sí era un hombre centrado en loables objetivos.
Al márgen de todo, ha sobrevivido su esfuerzo; su lucha y conducción de timón equilibrado; ha sobrevivido su honestidad, su perfil de hombre de bien.
Ha sobrevivido la bonanza de su recuerdo, su buen accionar, a pesar de la mutilación de la historia... esa misma historia que suele lastimar o dignificar al humano... ¡Sí! !Ese conjunto de circunstancias, que con humildad o arrogancia ellos mismos promueven!
Bueno es, entonces, que en la hora de dolor, valga la gratitud y el acto reflexivo. Como registra la Biblia, en Eclesiastés cap. 7, palabras que se suele adjudicar al sabio rey Salomón, que, en tal sentido, "Es mejor la casa de duelo, que la casa de regocijo..."
Juan C. L. Rojas.
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